lunes, 29 de septiembre de 2008

Comentarios a la MEDITACIÓN de Ramana MAHARSHI


La meditación es una lucha. Tan pronto usted empieza la meditación, otros pensamientos se apiñan, juntan fuerza y tratan de avasallar al único pensamiento al que usted trata de agarrarse. Este pensamiento deberá gradualmente ganar fuerza mediante práctica repetida. Cuando se fortalezca, los otros pensamientos serán puestos en fuga. Esta es la batalla que continúa siempre en la meditación.

Mientras dura el ego es necesario el esfuerzo. Cuando el ego cesa de existir, las acciones se vuelven espontáneas. Nadie triunfa sin esfuerzo. El control mental no es su derecho de nacimiento. Los pocos que triunfan deben su buen éxito a la perseverancia. El esfuerzo es necesario hasta el estado de Realización. Aún entonces, el Yo ha de volverse evidente espontáneamente; de otro modo, la felicidad no será completa. Hasta ese estado de espontaneidad, deberá haber esfuerzo en una forma u otra.

Es bien sabido y admitido que sólo con la ayuda de la mente, la mente puede ser matada. Pero en vez de ponerme a decir que hay una mente y que yo quiero matarla, usted empieza a buscar su fuente y descubre que ésta no existe. La mente vuelta hacia fuera da por resultado pensamientos y objetos. Vuelta hacia adentro, se convierte en el Yo.

Mediante investigación firme y continua dentro de la naturaleza de la mente, la mente se transforma en Eso a lo cual el “Yo” se refiere; y de hecho eso es el Yo. La mente tiene que depender necesariamente, para su existencia, de algo burdo; nunca subsiste por sí.

Indagar: “¿Quién soy yo que estoy en la esclavitud?” y así conocer la propia naturaleza real es la única Liberación. Mantener la mente constantemente vuelta hacia dentro y permanecer así en el Yo es la única indagación del Yo.

Otros pensamientos surgen violentamente cuando uno intenta la meditación.

Sí, en la meditación surge toda clase de pensamientos; pues lo que esta escondido en usted es sacado fuera. A no ser que surja, ¿cómo podrá ser destruido?. Los pensamientos surgen espontáneamente, pero sólo para ser extinguidos oportunamente, fortaleciendo así a la mente.

A menudo, Bhagaván ha dicho que uno deberá rechazar los otros pensamientos cuando inicia la indagación, pero los pensamientos son interminables. Si es rechazado un pensamiento, surge otro y no parece que haya fin.

No digo que usted deba seguir rechazando pensamientos. Si se apega a usted mismo, al pensamiento del “yo”, y su interés le mantiene en ese solo pensamiento, otros pensamientos serán rechazados y desaparecerán automáticamente.

Si “yo” soy siempre, aquí y ahora, ¿porqué no lo siento así?

Usted ya esta realizado. No hay nada más a realizar. Si lo hubiera, la realización sería algo nuevo que no existió aún, pero que iba a producirse en el futuro; pero cuanto nazca, también morirá. Si la realización no es eterna, no es digna de tenerla. Por tanto, lo que buscamos no es algo que deba empezar a existir sino sólo lo que es eterno pero está velado de nosotros por obstrucciones. Todo lo que necesitamos es eliminar la obstrucción. Lo que es eterno no es reconocido como tal debido a la ignorancia. Ignorancia es obstrucción. Líbrese de ella y todo estará bien. Esta ignorancia es idéntica al pensamiento del “yo”. Busque su fuente y desaparecerá.

¿Como se apacigua la mente?

Indagando "¿Quién soy Yo?". El pensamiento "¿quién soy Yo?" destruirá todos los demás pensamientos, y al igual que la estaca utilizada para remover la pira funeraria, también acabará destruyéndose. En ese momento surgirá la Realización del Ser.

¿Cuál es la forma de asirse constantemente al pensamiento "¿Quién soy Yo?"

Cuando surjan pensamientos, no hay que perseguirlos, sino preguntarse: "¿A Quién surgen? No importa cuantos pensamientos aparezcan. En la medida en que lo vayan haciendo, hay que indagar con diligencia, "¿A quién surge este pensamiento?". La respuesta que emergerá, será "A mí". Por consiguiente, si uno se pregunta "¿Quién soy Yo?", la mente se remontará a su origen, y el pensamiento que surgió se aquietará. Mediante una práctica repetida de esta manera, la mente desarrollará la habilidad de permanecer en su origen.

¿No existe ningún otro medio de tranquilizar la mente?

Aparte de la indagación, no existen otros medios adecuados. Si se busca controlar la mente a través de otros medios, parecerá que está controlada, pero se manifestará de nuevo. También por medio del control de la respiración, la mente se tranquilizará, pero sólo mientras dure este control, y cuando se reanude la respiración, la mente también comenzará de nuevo a agitarse y a vagar impulsada por las impresiones residuales. El origen de la mente y la respiración es el mismo. El pensamiento, indudablemente, es la naturaleza de la mente. El pensamiento "Yo" es el primero que surge en la mente, y esto es el ego. Del mismo lugar que se origina el ego, también se origina la mente. De modo que, cuando la mente se tranquiliza, se controla la respiración, y cuando se controla la respiración, se aquieta la mente. La respiración es la forma burda de la mente. Por lo tanto, el ejercicio de controlar la respiración no es más que una ayuda para tranquilizar la mente, no la destruirá.

Al igual que la práctica de control de la respiración, la meditación en las formas de Dios, la repetición de mantras, la restricción en la alimentación, etc., no son más que ayudas para tranquilizar la mente.

Las impresiones residuales (pensamientos) de los objetos aparecen como las olas del mar. ¿Cuando se destruirán todas ellas?

Según se va haciendo cada vez más elevada la Indagación del Ser, los pensamientos quedan destruidos.

¿Cuál es la naturaleza del Ser?

Lo que realmente existe, es sólo el Ser. El mundo, el alma individual y Dios, son apariencias en él. El Ser es aquello donde no aparece absolutamente ningún pensamiento "Yo". Eso se denomina "Silencio". El Ser mismo es el mundo; el Ser mismo es el "Yo"; el Ser mismo es Dios; todo es el Ser.

¿Qué se entiende por dhyana (meditación)?

Es morar como el propio Ser de uno sin desviarse en forma alguna de la propia naturaleza y sin tener la idea de que se está meditando. Como en esta condición la persona no está en absoluto consciente de los diferentes estados (vigilia, sueño, etc.), el sueño (perceptible) aquí también se considera como dhyana.

¿Cuáles son los factores que hay que tener en cuenta en dhyana?

Es importante que aquel que se establece en su Ser (atma nishta), trate de evitar desviarse en lo más mínimo de este estado de absorción. Si se desvía de su verdadera naturaleza, puede ver ante sí resplandores brillantes, etc., oír sonidos (inusuales) o aceptar como reales las visiones de dioses que aparecen dentro o fuera de él. No debe dejarse engañar por esto, y tiene que olvidarse a sí mismo.

¿Cuáles son las reglas de conducta que debe seguir un aspirante espiritual?

Moderación en el alimento, en el sueño y en el habla.

¿Durante cuánto tiempo hay que practicar?

Hasta que la mente alcance, sin esfuerzo, su estado natural de libertad conceptual, es decir, hasta que deje de existir el concepto de "Yo" y "mío".

(Comentarios de Ramana Maharshi sobre la auto investigación extractados literalmente de los libros:  —Arthur Osborne, "Las Enseñanzas de Bhagavan Sri Ramana Maharshi en Sus Propias Palabras”, Editorial Kier, 1978, Trad: Hector V. Morel, 1ª edición —"¿Quién Soy Yo? - Nan yar? Las Enseñanzas de Bhagavan Sri Ramana Maharshi”, Trad: Dr. T. M. P. Mahadevan —“Instrucción Espiritual de Bhagavan Sri Ramana Maharshi”, Trad. Revisada Publicada por V.S. Ramanan, 1974, 8ª edición)

martes, 23 de septiembre de 2008

La muerte de la persona


 Sri Ramana MAHARSHI

Disponiendo los pensamientos por orden de su valor, el pensamiento «yo» es el más importante. La idea o pensamiento de una personalidad es también la raíz o el brote de todos los demás pensamientos, puesto que cada idea o pensamiento surge solamente como el pensamiento de alguien y no se conoce que exista independientemente del ego. El ego por lo tanto exhibe actividad de pensamiento. La segunda y la tercera persona [él, tú, eso, etc.] no aparecen excepto a la primera persona [yo]. Por lo tanto surgen solamente después de que aparece la primera persona, de modo que las tres personas parecen surgir y sumergirse juntas. Siga entonces el rastro de la causa última del «yo» o personalidad.

¿De dónde surge este «yo»?. Búsquelo dentro; entonces se desvanece. Esto es la gesta de la sabiduría. Cuando la mente investiga incesantemente su propia naturaleza, transpira que no hay ninguna cosa tal como la mente. Esto es la vía directa para todos. La mente es meramente pensamientos. De todos los pensamientos el pensamiento «yo» es la raíz. Por lo tanto la mente es solamente el pensamiento «yo».

El nacimiento del pensamiento «yo» es el propio nacimiento de uno, su muerte es la muerte de la persona. Después de que ha surgido el pensamiento «yo», surge la identidad errónea con el cuerpo. Deshágase del pensamiento «yo». Mientras «yo» está vivo hay aflicción. Cuando «yo» deja de existir no hay ninguna aflicción

lunes, 22 de septiembre de 2008

La Afirmación de BUDHA


“Obtendré la verdad final y la aspiración definitiva de mi vida en este mundo, sea que mi cuerpo permanezca conmigo o se haga pedazos.

Mis huesos y mi carne pueden ser totalmente aniquilados o pueden permanecer conmigo;

Obtendré la forma Verdadera del Universo a través de innumerables encarnaciones y con buenos resultados, he logrado un cuerpo humano.

No perderé esta oportunidad de oro y por cierto obtendré el samadhi y la forma real de conciencia.

La calamidad puede venir o irse, las montañas pueden romperse sobre mi cabeza pero no abandonare mi promesa de obtener el NIRVANA”

Siddhartha Gautama BUDHA



La verdad es una tierra sin senderos



KRISHNAMURTI


La verdad es una tierra sin senderos.

El hombre no puede acercarse a ella a través de ninguna organización, de ninguna secta, dogma, sacerdote o ritual, ni a través de algún conocimiento filosófico o técnica psicológica.

Tiene que encontrarla a través del espejo de las relaciones, a través de los contenidos de su propia mente, de la observación y no a través del análisis intelectual o la disección introspectiva.

El hombre ha construido en sí mismo imágenes (religiosas, políticas, personales) como una valla de seguridad-. Estas se manifiestan en forma de símbolos, ideas, creencias.

La carga de estas imágenes domina el pensamiento del hombre, sus relaciones y su vida diaria. Estas imágenes son la causa de nuestros problemas ya que dividen a los hombres.

Su percepción de la vida esta moldeada por los conceptos ya establecidos en su mente.

El contenido de su consciencia es su entera existencia. Este contenido es común a toda la humanidad.

La individualidad es el nombre, la forma, la cultura superficial que él adquiere a través de la tradición y el ambiente. La unicidad del hombre no reside en lo superficial sino en la libertad absoluta del contenido de su consciencia, la cuál es común en todos los seres humanos. Así él no es un individuo.

La libertad no es una reacción; no es una elección. Es la pretensión del hombre de creer que por tener elección es libre. La libertad es pura observación sin dirección, sin miedo al castigo, sin recompensas. La libertad existe sin motivo; la libertad no está al final de la evolución del hombre sino que reside en el primer paso de su existencia. Al observar, uno comienza a descubrir la falta de libertad.

La libertad se encuentra en una consciencia no escogida en nuestra existencia y actividad diaria.

El pensamiento es tiempo. El pensamiento nace de la experiencia y el conocimiento, los cuales son inseparables del tiempo y el pasado. El tiempo es el enemigo psicológico del hombre.

Nuestra acción se basa en el conocimiento y por tanto en el tiempo, así el hombre siempre es un esclavo del pasado.

El pensamiento es siempre limitado, así que vivimos en constante conflicto y lucha. No hay evolución psicológica. Cuando el hombre se vuelva consciente del movimiento de sus propios pensamientos, verá la división entre el pensador y el pensamiento, el observador y lo observado, el experimentador y lo experimentado.

Descubrirá que esa división es una ilusión. Sólo entonces hay pura observación en la que no existe sombra del pasado ni el tiempo. Este eterno "insight" trae consigo una profunda y radical mutación en la mente.

La negación total es la esencia de lo positivo. Cuando hay negación de todas esas cosas que el pensamiento ha ocasionado psicológicamente, solo entonces hay amor, que es compasión e inteligencia"

Comentarios sobre Meditación de Sri AUROBINDO


¿Qué significa exactamente meditación?

Hay dos palabras usadas en inglés para expresar la idea india de dhyâna, ''meditación'' y ''contemplación''.

Meditación significa en realidad “concentración de la mente en un solo hilo de ideas referidas a un solo asunto”.

Contemplación quiere decir “ver mentalmente un solo objeto, imagen o idea, para que el conocimiento sobre tal objeto, imagen o idea pueda surgir de forma natural en la mente a través de la concentración”.

Ambas cosas son formas de dhyâna, pues el fundamento de dhyâna es la concentración mental sea en el pensamiento, la visión o el conocimiento.

Hay otras formas de dhyâna. Hay un pasaje en el que Vivekananda aconseja permanecer de pie detrás de los propios pensamientos, permitirles que surjan en la mente cuando quieran y simplemente observarlos y ver lo que son. 

Esto podría llamarse concentración en la auto-observación.

Esta forma lleva a otra, el vaciado de todo pensamiento fuera de la mente para dejar una especie de espacio en blanco, puro y vigilante, en el que el conocimiento divino pueda venir e imprimirse, no afectado por los pensamientos inferiores de la mente humana ordinaria y con la misma claridad que una frase escrita con tiza blanca sobre una pizarra.

Puede comprobarse que el Gita habla de este rechazo de todo el pensamiento mental como uno de los métodos del yoga y que este es, incluso, el método que parece preferir. Esto puede llamarse el dhyâna de liberación, puesto que libera a la mente de la esclavitud del proceso mecánico del pensamiento y le permite pensar o no pensar, cuando apetezca y como se desee, o escoger sus propios pensamientos o incluso ir más allá del pensamiento hasta la pura percepción de la Verdad denominada en nuestra filosofía vijñâna.

La meditación es el proceso más fácil para la mente humana, pero el mas angosto en sus resultados; la contemplación es más difícil pero mas importante; la auto-observación y la liberación de las cadenas del pensamiento es lo más difícil de todo, pero lo que proporciona mas y mejores frutos. Se puede escoger cualquiera de ellos según la inclinación y capacidad de cada uno.

El método perfecto es usarlos todos, cada uno en su propio lugar y para su propio objeto; pero esto precisaría una fe fija, una paciencia firme y una gran fuerza de voluntad para la autodisciplina del yoga.

¿Cuál debe ser el objeto de meditación?

Cualquier cosa que este en consonancia con su naturaleza y sus mas elevadas aspiraciones.

Pero si usted me pide una respuesta absoluta, entonces debo decir que Brahman siempre es el mejor objeto para la meditación o contemplación, y la idea en la que la mente debe fijarse es la de que Dios esta en todo, todo esta en Dios y todo es Dios.

Realmente no importa si se trata de un Dios Personal o Impersonal, o subjetivamente, del Sí Mismo.

Pero ésta es la idea que yo considero como mejor, porque es lo más alto y abarca todas las otras verdades, sean verdades de este mundo, de otros mundos o de más allá de toda existencia fenomenal, -“Todo esto es Brahman”.

¿Cuáles son las condiciones externas e internas esenciales para la meditación?

No hay ninguna condición externa esencial, pero la soledad y el aislamiento en el momento de meditación así como la quietud del cuerpo es útil, a veces casi necesario al principiante. Pero no se debe estar condicionado por condiciones externas. Una vez se establece el hábito de la meditación, debe ser posible hacerlo en todas las circunstancias, tumbado, sentando, caminando, solo, en compañía, en silencio o en medio del ruido, etc.

La primera condición interna es el establecimiento de la voluntad en contra de los obstáculos a la meditación, es decir, el vagabundeo de la mente, el olvido, el sueño, la impaciencia física y nerviosa, la inquietud, etc.

La segunda es una creciente pureza y calma de la conciencia interna (citta) sin la cual surgen el pensamiento y la emoción, es decir una liberación de todas las reacciones perturbadoras, como el enojo, el malestar, la depresión, la ansiedad sobre los acontecimientos mundanos, etc.

¿Cual es el objeto de meditación?

Cualquier cosa que este en consonancia con su naturaleza y sus mas elevadas aspiraciones.

Pero si usted me pide una respuesta absoluta, entonces debo decir que Brahman siempre es el mejor objeto para la meditación o contemplación, y la idea en la que la mente debe fijarse es la de que Dios esta en todo, todo esta en Dios y todo es Dios.

Realmente no importa si se trata de un Dios Personal o Impersonal, o subjetivamente, del Uno Mismo.

Pero ésta es la idea que yo considero como mejor, porque es lo más alto y abarca todas las otras verdades, sean verdades de este mundo, de otros mundos o de más allá de toda existencia fenomenal, -“Todo esto es Brahman”.

¿Cuáles son las condiciones externas e internas esenciales para la meditación?

No hay ninguna condición externa esencial, pero la soledad y el aislamiento en el momento de meditación así como la quietud del cuerpo es útil, a veces casi necesario al principiante. Pero no se debe estar condicionado por condiciones externas. Una vez se establece el hábito de la meditación, debe ser posible hacerlo en todas las circunstancias, tumbado, sentando, caminando, solo, en compañía, en silencio o en medio del ruido, etc.

La primera condición interna es el establecimiento de la voluntad en contra de los obstáculos a la meditación, es decir, el vagabundeo de la mente, el olvido, el sueño, la impaciencia física y nerviosa, la inquietud, etc.

La segunda es una creciente pureza y calma de la conciencia interna (citta) sin la cual surgen el pensamiento y la emoción, es decir una liberación de todas las reacciones perturbadoras, como el enojo, el malestar, la depresión, la ansiedad sobre los acontecimientos mundanos, etc.

Comentarios de Sri Aurobindo sobre la meditación extractados de su libro “Letters on Yoga”

Comentarios de Ramana MAHARSHI sobre la autoindagación


 Sri Ramana MAHARSHI

- ¿Quiero iluminarme. ¿No he de tratar de efectuar esfuerzo alguno?

RM - Ahora le es imposible estar sin esfuerzo. Cuando usted profundiza, le es imposible hacer esfuerzo.

¿Cuál es la diferencia entre la meditación y el samadhi o la absorción en el yo?

La meditación es iniciada y sostenida por un esfuerzo consciente de la mente. Cuando tal esfuerzo se apacigua enteramente, se llama samadhi.

La meditación es una lucha. Tan pronto usted empieza la meditación, otros pensamientos se apiñan, juntan fuerza y tratan de avasallar al único pensamiento al que usted trata de agarrarse. Este pensamiento deberá gradualmente ganar fuerza mediante práctica repetida. Cuando se fortalezca, los otros pensamientos serán puestos en fuga. Esta es la batalla que continúa siempre en la meditación.

Mientras dura el ego es necesario el esfuerzo. Cuando el ego cesa de existir, las acciones se vuelven espontáneas. Nadie triunfa sin esfuerzo. El control mental no es su derecho de nacimiento. Los pocos que triunfan deben su buen éxito a la perseverancia. El esfuerzo es necesario hasta el estado de Realización. Aún entonces, el Yo ha de volverse evidente espontáneamente; de otro modo, la felicidad no será completa. Hasta ese estado de espontaneidad, deberá haber esfuerzo en una forma u otra.

Es bien sabido y admitido que sólo con la ayuda de la mente, la mente puede ser matada.Pero en vez de ponerme a decir que hay una mente y que yo quiero matarla, usted empieza a buscar su fuente y descubre que ésta no existe. La mente vuelta hacia fuera da por resultado pensamientos y objetos. Vuelta hacia adentro, se convierte en el Yo.

Mediante investigación firme y continua dentro de la naturaleza de la mente, la mente se transforma en Eso a lo cual el “Yo” se refiere; y de hecho eso es el Yo. La mente tiene que depender necesariamente, para su existencia, de algo burdo; nunca subsiste por sí.

Indagar: “¿Quién soy yo que estoy en la esclavitud?” y así conocer la propia naturaleza real es la única Liberación. Mantener la mente constantemente vuelta hacia dentro y permanecer así en el Yo es la única indagación del Yo.

Otros pensamientos surgen violentamente cuando uno intenta la meditación.

Sí, en la meditación surge toda clase de pensamientos; pues lo que esta escondido en usted es sacado fuera. A no ser que surja, ¿cómo podrá ser destruido?. Los pensamientos surgen espontáneamente, pero sólo para ser extinguidos oportunamente, fortaleciendo así a la mente.

A menudo, Bhagaván ha dicho que uno deberá rechazar los otros pensamientos cuando inicia la indagación, pero los pensamientos son interminables. Si es rechazado un pensamiento, surge otro y no parece que haya fin.

No digo que usted deba seguir rechazando pensamientos. Si se apega a usted mismo, al pensamiento del “yo”, y su interés le mantiene en ese solo pensamiento, otros pensamientos serán rechazados y desaparecerán automáticamente.

Si “yo” soy siempre, aquí y ahora, ¿porqué no lo siento así?

Usted ya esta realizado. No hay nada más a realizar. Si lo hubiera, la realización sería algo nuevo que no existió aún, pero que iba a producirse en el futuro; pero cuanto nazca, también morirá. Si la realización no es eterna, no es digna de tenerla. Por tanto, lo que buscamos no es algo que deba empezar a existir sino sólo lo que es eterno pero está velado de nosotros por obstrucciones. Todo lo que necesitamos es eliminar la obstrucción. Lo que es eterno no es reconocido como tal debido a la ignorancia. Ignorancia es obstrucción. Líbrese de ella y todo estará bien. Esta ignorancia es idéntica al pensamiento del “yo”. Busque su fuente y desaparecerá.

¿Como se apacigua la mente?

Indagando "¿Quién soy Yo?". El pensamiento "¿quién soy Yo?" destruirá todos los demás pensamientos, y al igual que la estaca utilizada para remover la pira funeraria, también acabará destruyéndose. En ese momento surgirá la Realización del Ser.

¿Cuál es la forma de asirse constantemente al pensamiento "¿Quién soy Yo?"

Cuando surjan pensamientos, no hay que perseguirlos, sino preguntarse: "¿A Quién surgen? No importa cuantos pensamientos aparezcan. En la medida en que lo vayan haciendo, hay que indagar con diligencia, "¿A quién surge este pensamiento?". La respuesta que emergerá, será "A mí". Por consiguiente, si uno se pregunta "¿Quién soy Yo?", la mente se remontará a su origen, y el pensamiento que surgió se aquietará. Mediante una práctica repetida de esta manera, la mente desarrollará la habilidad de permanecer en su origen.

¿No existe ningún otro medio de tranquilizar la mente?

Aparte de la indagación, no existen otros medios adecuados. Si se busca controlar la mente a través de otros medios, parecerá que está controlada, pero se manifestará de nuevo. También por medio del control de la respiración, la mente se tranquilizará, pero sólo mientras dure este control, y cuando se reanude la respiración, la mente también comenzará de nuevo a agitarse y a vagar impulsada por las impresiones residuales. El origen de la mente y la respiración es el mismo. El pensamiento, indudablemente, es la naturaleza de la mente. El pensamiento "Yo" es el primero que surge en la mente, y esto es el ego. Del mismo lugar que se origina el ego, también se origina la mente. De modo que, cuando la mente se tranquiliza, se controla la respiración, y cuando se controla la respiración, se aquieta la mente. La respiración es la forma burda de la mente. Por lo tanto, el ejercicio de controlar la respiración no es más que una ayuda para tranquilizar la mente, no la destruirá.

Al igual que la práctica de control de la respiración, la meditación en las formas de Dios, la repetición de mantras, la restricción en la alimentación, etc., no son más que ayudas para tranquilizar la mente.

Las impresiones residuales (pensamientos) de los objetos aparecen como las olas del mar. ¿Cuando se destruirán todas ellas?

Según se va haciendo cada vez más elevada la Indagación del Ser, los pensamientos quedan destruidos.

¿Cuál es la naturaleza del Ser?

Lo que realmente existe, es sólo el Ser. El mundo, el alma individual y Dios, son apariencias en él. El Ser es aquello donde no aparece absolutamente ningún pensamiento "Yo". Eso se denomina "Silencio". El Ser mismo es el mundo; el Ser mismo es el "Yo"; el Ser mismo es Dios; todo es el Ser.

¿Qué se entiende por dhyana (meditación)?

Es morar como el propio Ser de uno sin desviarse en forma alguna de la propia naturaleza y sin tener la idea de que se está meditando. Como en esta condición la persona no está en absoluto consciente de los diferentes estados (vigilia, sueño, etc.), el sueño (perceptible) aquí también se considera como dhyana.

¿Cuáles son los factores que hay que tener en cuenta en dhyana?

Es importante que aquel que se establece en su Ser (atma nishta), trate de evitar desviarse en lo más mínimo de este estado de absorción. Si se desvía de su verdadera naturaleza, puede ver ante sí resplandores brillantes, etc., oír sonidos (inusuales) o aceptar como reales las visiones de dioses que aparecen dentro o fuera de él. No debe dejarse engañar por esto, y tiene que olvidarse a sí mismo.

¿Cuáles son las reglas de conducta que debe seguir un aspirante espiritual?

Moderación en el alimento, en el sueño y en el habla.

¿Durante cuánto tiempo hay que practicar?

Hasta que la mente alcance, sin esfuerzo, su estado natural de libertad conceptual, es decir, hasta que deje de existir el concepto de "Yo" y "mío".

 —Arthur Osborne, "Las Enseñanzas de Bhagavan Sri Ramana Maharshi en Sus Propias Palabras”, Editorial Kier, 1978, Trad: Hector V. Morel, 1ª edición /—"¿Quién Soy Yo? - Nan yar? Las Enseñanzas de Bhagavan Sri Ramana Maharshi”, Trad: Dr. T. M. P. Mahadevan / —“Instrucción Espiritual de Bhagavan Sri Ramana Maharshi”, Trad. Revisada Publicada por V.S. Ramanan, 1974, 8ª edición)

 

Como discriminar la enseñanza de la verdad


La verdad es una sola y no hay caminos de acceso o atajos que conduzcan a ella, pues está más allá de la mente, más allá incluso de tú propia individualidad.

Sin embargo al buscador, que lo és por propia naturaleza, se le proponen y se le “ofertan” muchos caminos muchas veredas, en el fondo algo así como una especie de laberintos, o como trampas bien elaboradas para captar adeptos, devotos o seguidores, estos caminos siguen la moda de los “más media”, y obedecen a la regla de la oferta y la demanda, se “miden” por sus “índices” de influencia, pero desgraciadamente los cuales con mucha frecuencia, no conducen a ninguna parte y en todo caso, además de hacerte perder el tiempo, cruelmente te alejan del verdadera meta, que eres tú mismo.

¿Cómo analizar si esos caminos conducen a la verdad?

Ten muy presente que el objetivo final de toda búsqueda espiritual no es otro que él propio buscador, por ello tienes que tener muy claro que ese objetivo, se tiene que dar en libertad (por encima de todo) y desde luego no consiste de ninguna manera en someterse a un nuevo o un viejo dios (avatar, encarnación viviente, “mesías” o lo que sea), más o menos rimbombante y poderoso.

Un camino si es verdadero, será solo aquel que siga los dictados de tú propio corazón.

¡Ojo! cualquier senda que implique asimilar un código de creencias, o una serie de mandamientos, tiende a limitar y a condicionar tú propia experiencia, y te desplegará una sombría perspectiva que te encierra cada vez más y más en la triste prisión del ego. Por ello no olvides que lo real está más allá de los conceptos, más lejos de cualquier creencia. Así pues los contenidos mentales son por antonomasia ilusorios y por ello nunca pueden ser reales.

Para distinguir a un gurú (o maestro) auténtico de uno falso es muy fácil, el maestro de verdad es una encarnación de la enseñanza que muestra y sugiere, pero el falso maestro usará sus “estratagemas” y una parafernalia previamente establecida, que se va traspasando de generación en generación, repitiendo más o menos los mismos “juegos de manos”, para que tengas una guía que te permita “separar el trigo de la paja” te propongo TRES cuestiones básicas que al respecto te has de plantear, obviamente te ruego que no las tomes en sentido absoluto, que las uses con precaución y que no llegues a subestimar la percepción directa de lo que esa enseñanza o maestro te tienen que ofrecer, por lo tanto te pido que seas flexible y cuidadoso en su empleo y en tus apreciaciones.

Primera regla: “Por sus obras los conoceréis”, el maestro verdadero se presentará con humildad, sin aspavientos, no te pedirá nada a cambio, ni tampoco que hagas nada en especial, no te obligará a que sigas un código determinado de conducta, ni hará constante mención a tal o cual escritura, o tal o cual autoridad, siempre hablará en primera persona y en su propio nombre.

Mientras enfrente tendrás al falso maestro (ten en cuenta que de estos hay como setas) se te presentará con boato y afectación, bajo un aroma de incienso, entre cantos y bendiciones, te explicará una y otra vez un discurso preparado de antemano, te marcará las obligaciones que tienes que cumplir, las ideas nuevas que habrás de aceptar, pero sobre todo te impondrá unos criterios y una moralidad, que él mismo no está habituado a cumplir.

  Segunda regla: El maestro auténtico está siempre disponible para ti, tú no le molestas nunca, te das cuenta que para él no eres una carga, ni una obligación, no te pide nada a cambio por su enseñanza o instrucción, no se rodea de falsas aureolas, ni adopta una “pose” más o menos estudiada, es llano, sencillo y directo contigo, no tratará de endulzar y mantener a tú ego, siempre que se dirige a ti lo hace con la mirada puesta en tú mismo SER, en lo que eres realmente, es muy comprensivo con tú personalidad y tus defectos, pero también se pone serio cuando te señala el camino de vuelta a casa, a tú SER.

Mientras por otra lado el falaz y falsario maestro mantiene a ultranza una doble cara, sospechosamente se cuida y rodea de aquellos que más le pueden dar, te señala que su enseñanza es muy valiosa, por ello te pide tu “donación” para “extenderla por todo el mundo”, para “ayudar a la obra de dios”, hace hincapié en lo importante de su misión, recalca que hace muchas obras de caridad, en todo caso con frecuencia aparece muy afectado y cariacontecido en público, pero a su vez actúa de manera vulgar y disipada en privado, marca una distancia entre él y tú, crea barreras a su alrededor, escudándose en excusas, empleando mil y una argucias se las arregla para no responderte de manera directa, ni sacarte de las dudas que le planteas, utiliza fórmulas que ha leído aquí o allí, repitiendo el discurso que tiene asimilado y estudiado, pero no encarnado, no vivido, y no se suele salir de él, hace propaganda una y otra vez de la bondad y los beneficios de sus enseñanzas, criticando abiertamente las de los demás, juzgando a los otros, continuamente. Solo él es el elegido y solo él está en posesión de la verdad, pero no en la verdad corriente, la suya es la más suprema de todas las verdades.

Tercera regla: Pero sobre todo la mejor receta que te puedo ofrecer para detectar (y que puedas discriminar) a uno u otro tipo de maestro es que te analices a ti mismo (sondea tú propio SER interior, dirígete a tu parte más íntima y REAL) que te observes con la máxima atención y verifiques como te sientes después de estar con uno de esos maestros: ¿Cómo te encuentras? ¿Normal? o afectado, confuso, alterado, lleno de lágrimas, cargado de emociones etc. etc.?.

Sí tú caso es el primero, tengo buenas noticias para ti, tú búsqueda ha terminado, estás en casa, sabes y sientes que es así, tus dudas se disipan como por arte de magia, a veces te llega la respuesta a tu pregunta antes de que seas capaz de formularla, solo recibes paz en su presencia, pero resulta que no es nada nuevo que tú no tuvieras, encuentras en él el sabor antiguo que ya conocías de antaño,

Por el contrario si tu caso se ve reflejado en alguna de las siguientes situaciones, no pierdas un minuto más de tu tiempo, estás delante de un FALSO “gurú”, mi mejor consejo entonces es que te des la vuelta y te alejes tanto como puedas, que respires hondo muy profundo y simplemente dedícate a otra cosa, aunque “a priori” se que no me harás caso y como supongo seguirás buscando, por favor sigue mi consejo y al menos en esa ocasión busca por otro lugar.

anónimo-2008

GRUPO TASIS

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