«Tú eres Eso». Así pues, debemos comprender quién es ese «tú». La palabra «yo» viene de dentro; así pues, lo que nombra «tú» debe ser algo de dentro. Donde no hay nada, a eso se le llama el «cuerpo causal». También es llamado «ignorancia». Hay más felicidad en el cuerpo sutil que en el cuerpo grosero. Por supuesto, también hay felicidad en el cuerpo causal. Si todo desaparece, entonces sólo queda «ése» de quien todo desaparece. Ése de quien todo desaparece es el Presenciador. Esto significa que sólo permanece la Presenciación (el poder de conocer) —sólo un infinitésimo de la Presenciación Absoluta.
Esto es «Existencia-Conocimiento-Felicidad» (Sat-chit-ananda). ¿Quién era el que experimentaba o veía durante el sueño profundo que no había nada? La respuesta es «yo». Así pues, vosotros tuvisteis la experiencia de que no hay nada durante el sueño profundo. La «Existencia-Conocimiento-Felicidad» es el cuarto cuerpo. Él es Dios. Que «no hay nada» durante el sueño profundo es conocido sin la ayuda de la mente. Así pues, dejad en paz a ese «yo soy»; entonces, la modificación de la mente que dice «yo soy» también permanece en reposo. Ni siquiera es necesario ver cómo es esa modificación.
Si uno olvida el cuerpo causal, sólo entonces tiene que recordarlo. No es posible olvidarle; así pues, no tiene que practicarse ninguna contemplación. Uno debe meditar sin ser aconsejado por ningún concepto. Debe ser traído a la mente, y nada ha de ser conocido ahí, porque entonces aparecen dos, uno la mente y lo otro lo que es traído a la mente. Así pues, aparece la dualidad. Si uno trata de comprender sin discriminación, entonces aparece la dualidad. El sentido de ser, que significa «yo soy el que permanece », también ha de ser desechado. No hay nada como el no-sí mismo, pero se habla del no-sí mismo para permitir la comprensión. A menos que se extinga el «yo», no puede verse el Cielo. El Parabrahman es sin dualidad, lo cual significa que nosotros mismos somos «Eso». Por lo tanto, tenemos que ser «Eso» para conocer «Eso». Esto no requiere ningún otro medio, ni ningún otro instrumento. Si tenemos que experimentar algún otro objeto, entonces tenemos que verlo. Pero debido a que nosotros somos «Eso», por naturaleza somos «sólo Eso». Si abandonamos la consciencia de todo lo demás, entonces somos lo que somos. Nosotros no hemos olvidado nunca nuestra verdadera naturaleza. Así pues, no es necesario recordarla.
Sólo si se olvida, tiene que ser recordada. Por lo tanto, nuestra Naturaleza está más allá del recuerdo y del olvido. ¿Qué es la mente? Es exactamente como dormir profundamente por la noche. Todo lo que viene a vuestra memoria como recuerdo, es proclive a la muerte, es decir, está sujeto a ser olvidado.
Sri Siddharameshwar Maharaj
1 comentario:
Estimado amigo:
Gratísimo texto.
Gracias por compartir.
Namasté _()_
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